miércoles, 13 de mayo de 2009

Fe / Faith

A veces es imposible no escuchar una conversación en el metro, en el autobús, en la fila de la compra…

Hace algún tiempo una de esas conversaciones llegó a mis oídos mientras iba en el autobús. Dos señoras comentaban el hecho de que ‘los jóvenes de hoy no creen en nada’. Debatían acerca de los porqués. Porque los padres de esa generación no se molestaban en llevar a sus hijos a la iglesia y enseñarles lo que era, porque es más cómodo no tener que rendir cuentas a nadie, no tener que levantarse un domingo ‘temprano’ para ir a misa, porque algunos creen pero dicen que la misa en un (con perdón de la expresión) coñazo… y que claro, así están las cosas en el mundo. Tuve ganas de poder comentar el tema con ellas, pero por mi educación, no lo hice claro.

En mi caso, fui educada en una familia católica de la que, al parecer en ese tema, soy la oveja negra. Estoy bautizada, hice la comunión y hasta me confirmé (cabe matizar que tras 5 años de preparación). Fui a un colegio del obispado y he dado la asignatura de religión toda mi vida. Sé lo que dice la Biblia. Conozco la iglesia. Pero hubo un momento, no sé cual fue exactamente, cuando tenía unos 20 años, en el que me di cuenta de que no creía en Dios. Todo lo relacionado con mi fe hasta ese momento había sido porque me dejaba llevar por la corriente, porque era lo que se esperaba de mí, porque era lo que ‘tenía’ que hacer, porque no me había parado a pensar solo en lo que yo sentía. Pero que llegó el punto en el que algo en mí dijo basta. Y fue cuando me convertí en la oveja negra en ese tema.

Así que a aquellas señoras les hubiera contado esto, les hubiera dicho que mis padres se molestaron en llevarme a la iglesia y enseñarme que era, que rindo cuentas ante mí y ante los que mis actos afectan, que sigo levantándome los domingos a las 10 de la mañana que es cuando mi familia va a misa, para darles un beso y decirles ‘buenos días’, y que me considero buena persona a pesar de no tener fe en Dios.

No digo nada sobre la gente que tiene fe, a veces hasta les envidio por tenerla, me parece que cada uno es libre de creer o no en lo que quiere sin que nadie le critique, sin que nadie se mofe de su elección, y no creo que por creer o no creer seas mejor o peor persona, en mi opinión eso depende de cada uno, de cómo es.



........


Sometimes it’s impossible avoid to listen somebody’s conversation on the tube, bus or on supermarket’s queue…

Some time ago I heard one conversation while I was on the bus. Two (quite old) women were saying that ‘most of young people nowadays believe in nothing’. They were discussing about why. Because parents of this generation don’t care about taking their sons/daughters to the church and show them what it is, ‘cause it’s more easy not to report anything to anybody, don’t have to wake up early on Sunday to go to church, ‘cause there is people who believe but they say that going to church is really boring… and of course, that’s why the world is at it is. I would had like to discuss the subject with them, but of course, I didn’t.

In my case, I was educated in a catholic family in which, apparently in this subject, I’m the black sheep. I’m baptized, I made my first Holy Communion and I even was confirmed (after 5 years of ‘training’). I when to a catholic school so I have learn religion subject all my life long. I know what the holy bible says. I know the church. But it was a time, i don’t exactly know when, when I was around 20, that I noticed I didn’t believe in God. All related to my faith was because I let myself go along with the crowd, cause it was expected me to do, because it was what I ‘had’ to do, because I never before stopped to think what I felt. But there was a moment in which something on me sais enough. And it was when I became the black sheep.

To those women, y would had told this, y would had said that my parents took care of taking me to the church y show what it is, that I report to myself and to people who see themselves affected because of what I do, that I still wake up at 10o’clock on Sunday mornings, that is the time my family goes to church, to give them a kiss and say ‘good morning’, and that I think that I’m a good person although I don’t believe in God.

I never say anything about people who has faith, sometimes I even envy them, I think that each one can believe in what he wants without been criticized, and I don’t think that because of believing on God or not you a better or worse person, in my opinion it depends on the person, on how you are.


images:
potsdamcatholic.org/formation.html; tabloide.eurofull.com

1 comentario:

  1. Estoy contigo en todo lo que dices, si bien es cierto que tu caso para mi es "atípico". Yo vivo rodeada de una sociedad laica, y mi familia no es una excepción. Si bien mis abuelos maternos son católicos practicantes se ha ido perdiendo la fe generación a generación y a mi ya no me ha llegado. Cierto es, que mis abuelos han intentado hacer un esfuerzo (he ido a las procesiones de semana santa y alguna misa del gallo) pero por mi corta edad me las tomaba más como una diversión que otra cosa y ahora ya me ves con mis 25 primaveras no hay ganas ni interés en ponerme a ver que dice la Biblia :-s

    ResponderEliminar

¡¡¡Bienvenido!!! Disfruta tu visita y siéntete libre de dejar un comentario.