Crónicas de Zaragoza: La gente.

Lo primero sobre lo que tengo que comentar a mi vuelta de Zaragoza es lo simpaticos que son los maños. En todo el tiempo que hemos estado allí no nos hemos cruzado con una mala palabra ni mirada por su parte, y ese encanto es contagioso, te anima, te alegra y al final es imposible no ser simpatica con todo el mundo. Hasta los perros son un encanto en Zaragoza, ninguno te dice que no a unos mimos y un poco de juego.

La gente te ayuda sin dudar ni un momento, incluso antes de que de tiempo a pedirla, si te ven perdidos o dudando se te acercan ofreciendo amablemente su ayuda. Y algo que yo encuentro importante, tienen un buen sentido del humor, cosa que a veces es difícil de encontrar.

Y el acento, ay! Ese acento. Que gracia me hace. La primera conversacion me costó un poco seguirle, tanto acento en todas las palabras, que era aquello… y luego dicen de los vascos :-) , después estaba deseando hablar con quien fuera. Y dicen del andaluz... pues, sin animo de ofender a los andaluces, me quedo con el acento maño.

Me imagino que habrá de todo, habrá gente que no es simpática y con quien prefieres no cruzarte, pero hablando en general, en Zaragoza te tratan genial.

Así que os recomiendo que pongais un maño en vuestra vida. Yo estoy pensando en volver solo para encontrar el/la mi@.

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