lunes, 1 de marzo de 2010

Eyes surgery III

El viernes volví a la clínica oftalmológica después de una semana tratándome los ojos con un mimo increíble.
Por fin mis ojitos estaban en condiciones de ser examinados con todo lujo de detalle, y como sólo quedaban un par de pruebas, me las hicieron sin problemas. De todas las pruebas que te hacen a la hora de querer operarte, la más incómoda, al menos para mí, es esa en la que te dilatan las pupilas.
No es que duela ni mucho menos, pero tu visión se vuelve borrosa y la tolerancia a la luz mengua bastante, por lo que resulta un tanto molesto.
Cuanto terminaron de hacerme todas las pruebas, el médico me explico que tipo e técnica iban a usar para operarme. Existen dos: LASIK y LASEK. La primera es quizá la más conocida, esa en la que te cortan una fina lámina de la cornea para aplicar el láser. La otra, que es la que van a usar en mi caso, consiste en aplicar el láser directamente sobre la cornea, quemando la superficie de ésta.
Como todo en la vida, tiene sus pros y sus contras. Como pro lo más destacable es que las infecciones, en caso de que ocurran, ocurren a nivel superficial de la cornea y es más fácil curarlas. Como contra, el postoperatorio. Es más largo (en torno a los 4-5 días) y más doloroso, ya que mientras que con el LASIK solo tiene que cicatrizar el contorno del corte de la cornea, con el LASEK tiene que hacerlo toda la superficie.
Así que ahora solo queda esperar a la fecha de la operación, que está concretada a jueves de esta semana a las 9 de la mañana.
Quién sabe, puede que la próxima vez que nos veamos, yo pueda hacerlo sin tener que llevar gafas o lentillas.

.

1 comentario:

  1. Mucha suerte, seguro que la próxima vez que escribas ya lo harás con tus ojos como nuevos.

    ResponderEliminar

¡¡¡Bienvenido!!! Disfruta tu visita y siéntete libre de dejar un comentario.